Parece ser que los estudiantes que hablan una variedad no estándar (por ejemplo, dialecto no estándar) de un idioma están en desventaja en las aulas que promueven el estándar. Las luchas que enfrentan estos estudiantes están bien documentadas a escala mundial. Las diferencias en la pronunciación, la gramática, el vocabulario y el uso del idioma pueden tener una relación negativa con el rendimiento escolar. Las perspectivas de los maestros, las pruebas inapropiadas y las estrategias pedagógicas pueden afectar aún más negativamente el rendimiento académico de los estudiantes que hablan variedades no estándar.
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